Una necesidad básica de la industria argentina es garantizar la calidad de las piezas fabricadas. Esto implica que sean precisas y uniformes en sus formas geométricas para evitar problemas de intercambiabilidad. En base a esta necesidad, el Centro INTI-Rosario cuenta con un Laboratorio de Metrología Dimensional que ofrece servicios esenciales para el usuario industrial pyme: calibraciones y certificaciones de instrumentos de medición; mediciones de piezas y componentes mecánicos; capacitación de personal técnico de las empresas; adecuaciones de laboratorios industriales y desarrollos de instrumentos especiales de medición.
“Para garantizar la calidad de las piezas que fabrica, una empresa tiene que mantener en excelentes condiciones sus máquinas herramientas y sus calibres. Calibres pie a coliza, micrómetros, reglas graduadas, tamices, sondas de espesor, goniómetros para medir ángulos, niveles, relojes comparadores, son instrumentales imprescindibles para la producción industrial. Y también hay más sofisticados todavía, como patrones de diámetro interior y exterior, bloques patrón, entre otros”, explica el técnico Mariano Re, jefe del Área de Metrología Industrial de INTI-Rosario.
“Nuestro laboratorio está regulado bajo la norma IRAM 301, la equivalente a la ISO 17.025. Cumplimos los requerimientos de esa norma: temperatura, instrumentos trazables, personal competente y auditorías regulares”, comenta Armando Guidobono, integrante del equipo de trabajo.
Para lograr óptimas calibraciones, uno de los instrumentos básicos del laboratorio es el mármol (plano de referencia) sobre el cual se utiliza el gramil y el micrómetro de altura, bloques patrón, mesa de seno (dispositivo para generar ángulos de precisión), escuadras y repisas de fundición. El conjunto de estos instrumentos se mantiene en un recinto acondicionado a 20 ºC, temperatura de referencia adoptada internacionalmente en la ejecución de mediciones y calibraciones.
"Es necesario que la industria entienda que es imprescindible invertir en la calibración de su instrumental ya que si no hay medida exacta no hay calidad", plantea Guidobono. Con esta consigna, INTI-Rosario en los últimos años ha puesto especial énfasis en dos aspectos que hoy son esenciales en su oferta tecnológica y de alto interés industrial. Por un lado, en su oferta anual de capacitación que incluye tres cursos destinados a los departamentos técnicos de las empresas de la región que se ofrecen bajo dos formatos, abiertos y “en planta”. En segundo lugar, viene desplegando una fuerte estrategia para colaborar con las industrias y sus respectivos proveedores de servicios técnicos en el montaje, adecuación y acompañamiento de sus propios laboratorios. Al respecto, Walter Aquino, director técnico de INTI-Rosario, explica que "el propósito del Instituto no es hacer más calibraciones por sí mismo, sino hacer que la industria adopte en forma masiva esta buena práctica y, para ello, cuando los tejidos industriales cuenten con más y mejores laboratorios, más cerca estaremos de cumplir con nuestra misión”.
Uno de los servicios de mayor demanda industrial es la verificación de tamices, especialmente de los sectores farmacéuticos, fundiciones y comercializadoras de cereales. El tamiz es una malla cuyos orificios deben ser exactos, para ejercer la granulometría y diferenciar partículas de distintos tamaños. “Son medidas muy finas, tengamos en cuenta que un micrón es la milésima parte de un milímetro. Un pelo puede tener 150 micrones. Un tamiz de la industria farmacéutica puede necesitar diferenciar partículas de un medicamento menores a 60 micrones, para conformar una dosis exacta”, precisa Re.
Otro tanto ocurre con la verificación de patrones de cintas métricas y cintas pilón. Estas últimas se utilizan para medir volúmenes de tanques aceiteros o petroleros de alta capacidad. Son cintas que se sumergen en el contenido hasta tocar una placa de referencia dentro del recipiente. Para cumplir con la Ley Nacional de Metrología 19.511, la Dirección General de Aduanas exige que el INTI las certifique.
Debe destacarse que todas las actividades de transferencia tecnológica son ejecutadas manteniendo la trazabilidad a los patrones nacionales que son custodiados por el Instituto, quien, a su vez, los disemina a la industria. Se llama trazabilidad a la cadena ininterrumpida de mediciones comparadas, desde el patrón primario nacional hasta el operario que mide una pieza en una línea de producción. Por su parte, los patrones internacionales los tiene el Bureau Internacional de Pesas y Medidas.
También están los trabajos especiales, desarrollos o adaptaciones de instrumental, encargos excepcionales que recibe el INTI. José Oña resume esta capacidad tecnológica como “nuestra habilidad para hacer rendir el instrumental en tareas para las cuales quizá no fueron diseñados originalmente”, como es el caso del relevamiento dimensional sobre trenes de siembra. “Lo hicimos para una metalúrgica de Las Parejas. Medimos el ángulo de ataque del dispositivo de arado, como parte de un trabajo de diseño para aminorar el desgaste”, agrega Juan Pablo Crivari.
Otros casos especiales se hicieron para proveedores de la industria ferroviaria (por ejemplo sustitución de enganches de vagones), motopartista (mejoras en aros rasca-aceite de cilindro de moto), y siderúrgica, entre otros.
INTI-Rosario también realiza otras actividades en Metrología Industrial como magnitudes de presión, masa, volumen, rugosidad, balanzas, grindómetros (instrumentos muy precisos para determinar el tamaño de partículas) y vasos Schooper utilizados en el análisis de muestras de granos.
Uno de los proyectos en el que está trabajando actualmente el Centro es el primer Laboratorio de Referencia de Elementos Roscados, iniciativa que, en el caso de plasmarse, permitirá a la industria nacional aumentar sus niveles de sustitución de importaciones y elevar sus capacidades de innovación en partes y conjuntos mecánicos de alta precisión.